Nuestros servicios de Cirugía General están diseñados para abordar una amplia gama de necesidades médicas con precisión y cuidado. Desde la extirpación de lesiones cutáneas hasta procedimientos exhaustivos de hemorroides y anorrectales, ofrecemos tratamientos que dan prioridad a su bienestar y comodidad. Nuestra experiencia se extiende a procedimientos hospitalarios esenciales como la extirpación de la vesícula biliar y el apéndice, así como cirugías de tiroides. Con el compromiso de nuestro equipo con la excelencia, puede confiar en que su atención quirúrgica se prestará con los más altos estándares de seguridad y recuperación.
Cirugía general
Atención precisa, resultados excepcionales
Eliminación de lesiones de la piel
Los bultos y protuberancias de la piel pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y variar en tamaño y textura. Aunque muchos son inofensivos, como quistes, lipomas o papilomas cutáneos, otros, como lunares o verrugas, pueden requerir vigilancia. Los casos graves pueden indicar tipos de cáncer de piel como el carcinoma de células basales, el carcinoma de células escamosas o el melanoma. Si nota cambios en el tamaño o el color de un bulto , o si le duele o sangra, es fundamental que consulte a un profesional de salud.
Nuestro equipo ofrece consultas para evaluar y orientarle sobre las opciones de tratamiento. La mayoría de los procedimientos se pueden realizar con anestesia local para una recuperación rápida y sencilla. Un seguimiento exhaustivo garantiza su bienestar y tranquilidad.
Procedimientos para hemorroides y anorectales
Las hemorroides son vasos sanguíneos inflamados en el recto o el ano, que causan molestias, picor o dolor, a menudo con sangrado. Se producen como consecuencia de esfuerzos, sedestación prolongada o presión debida al embarazo o la obesidad. Cuando fracasan los tratamientos conservadores se plantean opciones quirúrgicas como la hemorroidectomía, eficaz pero con una recuperación más larga.
Una fístula anal es una conexión anormal entre el ano/recto y la piel, a menudo debida a una infección no tratada, que causa dolor y supuración. Los tratamientos quirúrgicos incluyen:
Fistulotomía
Abre el tracto para la curación de adentro hacia afuera.
Colocación de Seton
Utiliza un hilo para drenaje gradual.
Fistulectomía
Elimina todo el tracto; recuperación más prolongada.
El cuidado postoperatorio es clave para la curación y la prevención de la recurrencia.
Extirpación de la vesícula biliar
